Los tratamientos para la esclerosis múltiple y las enfermedades autoinmunes han evolucionado considerablemente en los últimos diez años. Y muy pronto tendremos un nuevo tratamiento.
A la edad de 29 años, Sabine comenzó a sentir un hormigueo en los dedos de su mano izquierda, luego a lo largo de su brazo, acompañada por un dolor en su hombro. La resonancia magnética (imagen por resonancia médica) de la médula espinal y el cerebro esclerosis múltiple (EM). En España, 47.000 personas están afectadas por esta enfermedad neurológica. En el 85% de los casos, evoluciona por recaídas (forma recurrente-remitente), con períodos de recuperación. De lo contrario, progresa continuamente.
En esta enfermedad inflamatoria crónica que afecta principalmente a mujeres jóvenes (tres mujeres por un hombre), el sistema inmunológico destruye la vaina de mielina, que protege las fibras nerviosas y promueve la transmisión rápida de información entre el cerebro y el cuerpo. "Los pacientes sufren de gran fatiga, trastornos motrices, visuales, cognitivos ...", explica la Dra. Sophie Pittion-Vouyovitch. Aún no sabemos cómo curar la EM, las terapias se ha enriquecido con nuevas moléculas para prevenir los brotes y retrasar la aparición de discapacidades. "Mientras más alternativas tengamos, más nos encontraremos con un tratamiento adaptado al paciente según su edad, su estilo de vida y, por supuesto, según la evolución de su enfermedad", dice el neurólogo.
Medicamentos inmunomulatorios más accesibles
Para tratar los síntomas durante los brotes, los médicos recetan dosis altas de corticosteroides. Además, los tratamientos básicos, inmunomoduladores e inmunosupresores, modifican y reducen la respuesta de las células inmunitarias, retardan la destrucción de la mielina. Interferón beta (Avonex, Plegridy, Rebif, Extavia Betaferon) o acetato de glatira-madre (Copaxone) se dirigen a la inflamación.
Mediante inyección: según las moléculas utilizadas, este tratamiento se inyecta por vía subcutánea o intramuscular, cada dos días o dos veces al mes. Pero algunos causan síntomas como la gripe.
- Monitoreo: se debe realizar un análisis de sangre regularmente para controlar las células sanguíneas, las plaquetas y las enzimas hepáticas.
- Capsulas: Tecfidera, dos cápsulas al día, o Aubagio (teriflunomida), una capsula por día. Este modo de administración ha simplificado la vida de los pacientes, también es cierto que a veces se acompaña de efectos adversos.
- Vigilancia: un análisis de sangre trimestral para controlar los glóbulos blancos y las transaminasas, para prevenir una posible toxicidad hepática.
Nuevos tratamientos

Si la persona tuvo nuevos episodios o si aparecieron lesiones en la RMN a pesar del tratamiento, existen otras moléculas efectivas en las formas más activas de la enfermedad.
- Gilenya (fingolimod), solo una pastilla al día, es eficaz. La tolerancia es buena, pero puede producir efectos secundarios (riesgo infeccioso, toxicidad hepática, problemas de visión). Está contraindicado en personas con trastornos graves del ritmo cardíaco. Se requieren un electrocardiograma (ECG) y una medición de la presión arterial antes de la primera dosis y la monitorización cardíaca durante seis horas.
- Tysabri (natalizumab) y Lemtrada (alemtuzumab) también son efectivos en las formas activas. Lemtrada no está muy recetado porque es caro.
- Ocrevus (ocrelizumab) es un nuevo tratamiento que está dando muy buenos resultados. Este medicamento se inyecta por vía intravenosa bajo supervisión médica. "Las dos primeras tomas se realizan con quince días de diferencia. Les siguen una toma cada seis meses". Un estudio ha demostrado que este medicamento limita significativamente la progresión de la discapacidad en los pacientes, con una reducción adicional del 24% en el riesgo de empeorarla.
Un futuro muy cercano
- Elsep (mitoxantrona), un potente inmunosupresor intravenoso, puede ser recetado en algunos casos, a una tasa de una dosis por mes en el hospital. Sin embargo, es un tratamiento que se limita a seis meses porque aumenta el riesgo de leucemia. Dentro de dos años, se debe crear una alternativa: Siponimod, una pastilla oral para tomar diariamente pero aún no ha obtenido la autorización de comercialización.
- Evobrutinib, una molécula indicada en las formas activas de la enfermedad, ha mostrado una reducción en las lesiones en los ensayos clínicos de fase 2. Pero "se necesita un estudio más amplio para demostrar su efectividad y la ausencia de efectos adversos graves", dice el neurólogo.
- Otra esperanza es el MD1003 (dosis altas de vitamina B8), según las investigaciones pueda disminuir la progresión de la esclerosis múltiple.
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