La transmisión del SARS-CoV-2 se produce mediante la producción y liberación de partículas potencialmente infecciosas, que se producen al toser, estornudar y al hablar. Recientemente, se ha intensificado la discusión sobre los equipos de protección personal, especialmente sobre el uso de máscaras. Ante este escenario, es importante conocer los tipos de máscaras que existen y la diferencia entre ellas, en particular, las máscaras FFP2 y N95.
El Instituto Nacional de Seguridad y Salud Ocupacional (NIOSH) de los CDC (Centro para el Control de Enfermedades) de los EE. UU. Designó una eficiencia de filtrado mínima del 95% para la máscara N95, mientras que la ABNT / NBR 13698: 1996 determinó un filtrado mínimo del 94% para FP2. En otras partes del mundo, los grados de filtración equivalentes a N95 son: FFP2 (Unión Europea), KN95 (China), DS / DL2 (Japón) y KF94 (Corea del Sur).
Estas máscaras consisten en un tipo de plástico, el polipropileno, que al ser sometido al proceso de fusión adquiere una estructura entrelazada. De esta forma, existe una filtración mínima del 35%, por lo que es necesario un tratamiento electrostático para lograr la filtración adecuada. Este tratamiento funciona como un imán, atrayendo y reteniendo las partículas virales en las capas de TNT.

La escasez de estas mascarillas, debido a la pandemia, provocó la adopción de estrategias para su uso racional, estando indicadas principalmente para profesionales de la salud que trabajan en procedimientos con riesgo de generación de aerosoles, en pacientes sospechosos o confirmados de infección por el nuevo coronavirus.
Excepcionalmente en la pandemia, se ha propuesto la reutilización, siempre que se tomen las medidas obligatorias para quitar la mascarilla sin contaminar el interior. Es necesario estar atento a posibles daños que puedan comprometer su eficacia. Las máscaras deben desecharse inmediatamente cuando haya suciedad y falta de sellado en la cara. Para minimizar la contaminación de las máscaras, se recomienda utilizar el protector facial.

Los estudios analizan los mecanismos de desinfección de estas mascarillas para que su reutilización sea más segura. Los resultados mostraron que los agentes químicos (alcohol, hipoclorito de sodio), el vapor de agua a presión (autoclave) y la exposición al sol redujeron la efectividad de la filtración, por lo que no están indicados. Se necesitan más estudios para evaluar el calor seco y la radiación ultravioleta en este proceso.
Estas son las indicaciones para usar la mascarilla FFP2 para proteger las vías respiratorias contra:
- Polvos y nieblas no grasos, que no emiten gases y / o vapores;
- Humos metálicos o plásticos;
- Sílice, fibras textiles, cemento refinado;
- Mineral de hierro, mineral de carbón, mineral de aluminio, detergente para ropa, talco, cal, sosa cáustica, polvo vegetal (como trigo, arroz, maíz, bagazo de caña, etc.);
- Polvo de pajarera que contiene restos de comida, heces, penachos y plumas de aves;
- Polvo de lijado y esmerilado, nieblas de ácido sulfúrico (con gafas adecuadas).
También están indicados para reducir la exposición ocupacional a aerosoles que contienen agentes biológicos potencialmente patógenos. Debe ser utilizado con el conocimiento y aprobación de las áreas de higiene, seguridad y medicina del trabajo y / o responsable de la empresa.