La contaminación no solo es perjudicial para nuestros pulmones o nuestra salud cardiovascular: también es un factor de riesgo para ciertas enfermedades autoinmunes o neurodegenerativas.
Esto se destaca en un nuevo estudio realizado por la Universidad de Columbia Británica, Canadá, publicado en la revista Environmental Health. Según sus autores, vivir cerca de una carretera o autopista tendría un impacto significativo en el desarrollo de la demencia, la enfermedad de Alzheimer, la enfermedad de Parkinson o la esclerosis en placas (SEP).
"Por primera vez, hemos confirmado un vínculo entre la contaminación del aire y la proximidad al tráfico con un mayor riesgo de demencia, Parkinson, Alzheimer y esclerosis múltiple a nivel de la población", explica así como Weiran Yuchi, autor principal del estudio.
Un aumento en el riesgo del 7% al 14%
Para llegar a esta conclusión, los investigadores analizaron los datos de 678.000 adultos de 45 a 84 años que vivieron en Vancouver de 1994 a 1998 y durante un período de seguimiento de 1999 a 2003. Para estimar su riesgo a desarrollar una enfermedad neurológica, tuvieron en cuenta la exposición individual a la proximidad de la carretera, la contaminación del aire, el ruido y la vegetación en el hogar de cada persona utilizando los datos del código postal. Durante el período de seguimiento, los investigadores identificaron 13.170 casos de demencia sin Alzheimer, 4.201 casos de enfermedad de Parkinson, 1.277 casos de enfermedad de Alzheimer y 658 casos de esclerosis múltiple.
Descubrieron que vivir a menos de 50 metros de una carretera principal o a menos de 150 metros de una carretera aumentó el riesgo de desarrollar demencia en un 14% y la enfermedad de Parkinson en un 7%.

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Sin embargo, debido al número relativamente bajo de casos de Alzheimer y EM en el área metropolitana de Vancouver, los investigadores no han identificado asociaciones entre la contaminación del aire y el mayor riesgo de estos dos trastornos. Sin embargo, actualmente están analizando datos en toda Canadá y esperan que el conjunto de datos más grande proporcione más información sobre los efectos de la contaminación del aire en la enfermedad de Alzheimer y la esclerosis múltiple.
Espacios verdes con efectos protectores
Sin embargo, los investigadores se dieron cuenta de que la proximidad de los espacios verdes podría reducir los efectos de la contaminación del aire en los trastornos neurológicos. "La buena noticia es que los espacios verdes parecen tener ciertos efectos protectores al reducir el riesgo de desarrollar uno o más de estos trastornos", dice Weiran Yuchi.
Esto se debe a varios factores. "Para las personas que están expuestas a un mayor nivel de espacio verde, tienen más probabilidades de ser físicamente activas y también pueden tener más interacciones sociales", sugiere Michael Brauer, coautor del trabajo. Incluso puede haber ventajas al considerar solo los aspectos visuales de la vegetación”.
Según los autores del estudio, es necesario realizar esfuerzos adicionales de planificación urbana para no solo reducir el tráfico de automóviles, sino también aumentar la accesibilidad a los espacios verdes mediante el desarrollo de parques y vecindarios residenciales.
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