En el diagnóstico temprano de la enfermedad de Alzheimer, muchos investigadores están trabajando para resaltar los biomarcadores utilizando técnicas menos invasivas. Un estudio reciente confirma que la retina podría ser una de ellas: su grosor no sería el mismo en pacientes en estadio temprano.
¿La retina será objeto de una próxima prueba de diagnóstico para la enfermedad de Alzheimer? Varios estudios científicos ya evocaron esta hipótesis, y el último realizado por investigadores de la Universidad Complutense (Madrid) confirma que esta membrana sensible a la luz en la parte posterior del ojo podría ser uno de los biomarcadores más importantes para la detección temprana de la enfermedad. En su reciente estudio publicado en Scientific Reports, los investigadores explican que han identificado cambios en el grosor de la capa retiniana y más específicamente en áreas con adelgazamiento significativo.
Los científicos también han observado que en algunos pacientes ya diagnosticados con la enfermedad de Alzheimer, las capas retinianas muestran neurodegeneración, mientras que en otros, la neuroinflamación, la etapa que precede a la neurodegeneración, puede usarse para diagnosticar la enfermedad antes de nuevas pruebas. "La novedad de nuestros resultados es que al comienzo de la enfermedad, en nuestra muestra de pacientes, el adelgazamiento de la capa neural domina constantemente el engrosamiento, tanto en términos de porcentaje de superficie adelgazada como de pérdida del volumen neural.", dice en un comunicado de la universidad Luis Jáñez, primer autor del estudio.
Ojos, una ventana al cerebro

Esto especifica que una prueba de detección sería posible dadas las características comunes de la retina y el cerebro. De hecho, la retina es parte del sistema nervioso central como el cerebro, por lo que tiene neuronas con la diferencia de que es más accesible y fácil de examinar. Es por eso que es uno de los biomarcadores más prometedores para continuar el estudio de esta compleja enfermedad neurodegenerativa. "En los últimos años, estudios innovadores han utilizado los ojos como una ventana al cerebro para detectar cambios en las primeras etapas y la progresión de la enfermedad de Alzheimer", añadieron los investigadores.
Los primeros cambios aparecen en la zona macular, la zona que controla la visión central y la percepción de los colores. Para hacer esto, llamaron a un grupo de 19 pacientes que tenían la enfermedad de Alzheimer en una etapa muy temprana pero que no afectaban la retina. El estudio también incluyó un grupo de control de personas, compuesto por 24 voluntarios de edad similar, sin ninguna enfermedad cognitiva o neurológica. Se obtuvo una imagen tridimensional de una región cuadrada de 6 x 6 mm para la retina de cada participante, utilizando una técnica llamada tomografía de coherencia óptica (OCT).
Una pista que tiende a confirmarse
"Con OCT, un haz de luz puede escanear la retina en 2.5 segundos. Esta técnica de uso frecuente no es invasiva, es muy rápida y económica", dicen los investigadores. Mediante un software diseñado específicamente para este estudio, se midió el grosor de cada capa retiniana y los investigadores pudieron determinar por primera vez la forma, el tamaño y la ubicación exacta de las áreas afectadas por el estudio. "Los resultados de nuestro estudio representan un avance en el diagnóstico y monitoreo de esta enfermedad y confirman que la retina es un buen biomarcador", concluyen.
Ten en cuenta que este rastro de imágenes retinianas se considera una investigación innovadora de la Fundación para la Investigación del Alzheimer. La organización señala que "los investigadores han demostrado que la retina de los pacientes recién diagnosticados es significativamente más delgada que la de los sujetos sanos". La acumulación de placas amiloides y la muerte progresiva de las neuronas en la retina son responsables de este adelgazamiento. Ahora debemos esperar la confirmación de este trabajo.
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