La mielina es una sustancia esencial para transmitir la información del cerebro. En la esclerosis múltiple, se altera. Un investigador está a punto de probar un proceso de reconstrucción.
En España, 50.000 personas tienen esclerosis múltiple (EM). Esta enfermedad neurológica autoinmune puede causar trastornos motores, de visión, coordinación, sueño y fatiga extrema. A pesar de los tratamientos, a veces restrictivos, que reducen el impacto de los síntomas en la vida diaria y frenan el avance de la enfermedad, la EM sigue siendo incurable. Lamia Bouslama-Oueghlani, investigadora de neurociencias en el Instituto del Cerebro y la Médula Espinal (ICM) en París, está trabajando para estimular la regeneración de la mielina.
Funda protectora de las neuronas

"La mielina es una vaina que rodea los axones de las neuronas en el sistema nervioso central y periférico", dice el investigador. Podríamos decir que la mielina es como el plástico que rodea los cables eléctricos ... "Su función principal es proteger a las neuronas, alimentarlas pero también aumentar la velocidad de transmisión del flujo nervioso. Entonces, si eres rápido, es gracias a la mielina". En el contexto de una enfermedad neurológica, como la esclerosis múltiple, la mielina está alterada. El sistema inmunitario ataca esta vaina y a las células que lo forman, los oligodendrocitos, y causan daños al sistema nervioso, llamadas placas desmielinizantes, de ahí el nombre de "esclerosis múltiple". Se diseminan en el cerebro, la médula espinal y el nervio óptico. Como resultado, la información nerviosa ya no se transmite correctamente y las neuronas, sin protección, eventualmente se degeneran.
Papel esencial de las células "precursoras"
En el sistema nervioso central, las células llamadas "precursores" forman oligodendrocitos (células que a su vez forman mielina). Representan alrededor del 5% del número total de células nerviosas. ¿Y si pudieran participar en la reparación de lesiones causadas por la alteración de la mielina? "Estos precursores a veces están presentes en algunas placas, por lo que queremos estimularlos para que formen nuevos oligodendrocitos y mielina", agrega el investigador.
Ensayos en modelos experimentales
Durante su trabajo, se dio cuenta de que al disminuir la cantidad de proteína presente en los oligodendrocitos, "podríamos conducir a la formación de muchos más oligodendrocitos y membranas. Y, quien dice membrana, dice vaina de mielina!".
Para continuar con su trabajo, Lamia Bouslama-Oueghlani recibe el apoyo de la Fondation de France, que dedica casi 30 millones de euros a la investigación avanzada. El 28 de marzo de 2019, recibió el Premio Marie-Ange Bouvet Labruyère.