El otoño ya está aquí y a la vuelta de la esquina nos espera el crudo invierno. Y nuestros mayores son mucho más sensibles a los cambios de estación que nosotros. Por eso, es importante que las personas mayores y sus cuidadores se preparen para el cambio de estación, especialmente cuando la transición es a una estación más fría.
Conque vamos a explicarte cómo afectan el otoño y el invierno a las personas de más edad y qué puedes hacer para prevenir los riesgos. Y si también deseas saber cómo afecta el calor a los mayores, visita mialsalud y conoce cómo puedes minimizar los riesgos para los ancianos cuando hay altas temperaturas.
Principales riesgos a evitar en otoño e invierno: gripe, coronavirus y otros trastornos respiratorios
Tradicionalmente, eran la gripe y las neumonías los principales riesgos que el otoño y el invierno presentaban para los ancianos. Además, se les ha unido el temible coronavirus. Y no olvidemos que esta última afección puede presentarse combinada con cualquiera de las otras dos.
Por lo tanto, estas son las principales medidas a tomar para evitar que nuestros mayores se contagien:
- Doble vacunación contra la gripe y contra el coronavirus
- Distanciamiento de las personas con patologías respiratorias de origen infeccioso
- Máxima higiene corporal, especialmente en lo que se refiere a las manos
- Uso de mascarilla en situaciones de riesgo
Además, una temperatura corporal ligeramente baja es el caldo de cultivo ideal para los virus y bacterias respiratorias. Por lo tanto, abrigarse es imprescindible para las personas mayores.
Evita que estén expuestos al frío durante largos periodos de tiempo y, si es imprescindible que estén al aire libre, procura que vistan ropa de abrigo adecuada.
Es especialmente importante mantener abrigadas las palmas de las manos, las orejas, los pies, la cabeza y el cuello, ya que el calor se disipa fácilmente de nuestro cuerpo por estas zonas.
Cuidado con los resbalones y caídas
Hay que tomar precauciones para evitar resbalones o caídas en el exterior. Revisa su calzado y el estado de los apoyos de bastones y muletas. En caso de nevadas o heladas, no permitas que la persona mayor salga de casa sin el debido acompañamiento.
Revisa los elementos de confort
Debes revisar las estufas, calefactores o calderas, antes de los meses de frío, para asegurarte de que son capaces de mantener una temperatura ambiental adecuada. Además, así evitarás posibles accidentes por malas combustiones e incluso por fugas de gas.
La tristeza y depresión, más acusados en otoño e invierno
El clima frío y la disminución de las horas de luz solar favorecen la tristeza invernal, la depresión y la falta de energía de los ancianos. Debes ayudar a tus mayores a que en otoño e invierno mantengan la mente activa y socialicen. Esto es fundamental para evitar que caigan en un estado de ánimo letárgico.
Y si tus ocupaciones cotidianas te impiden acompañarlos durante las horas que precisan, una excelente idea utilizar los servicios de un buen centro de día.
En este sentido, Mial Salud es una gran opción para que los mayores dispongan de todos los cuidados básicos durante el día, incluyendo las actividades de socialización e interacción.