Un estudiante belga sucumbió a una intoxicación alimentaria después de comer un plato de espaguetis de cinco días.
El suceso ocurrió en octubre de 2008, pero el canal Youtubeur Chubbyemy (médico y cuenta con más de un millón de suscriptores en la plataforma) ha decidido darlo a conocer para que conozcamos que comer espaguetis de varios días puede ser mortal.
Suena increíble, pero es verdad. Hace 20 años, un chico de Bruselas deja un tazón de espaguetis con salsa de tomate durante cinco días en su cocina a temperatura ambiente. Una noche, al regresar de la escuela, el joven decide calentar su plato en el microondas, comerlo e ir a su sesión de gimnasia.
Media hora después, regresa a su casa con fuertes dolores dolores de cabeza, dolor abdominal, náuseas, diarrea y vómitos. Sus padres lo encontraron muerto en su cama alrededor de las 11 am del día siguiente: la autopsia reveló el momento de la muerte, que ocurrió alrededor de las 4 am, aproximadamente 10 horas después de la intoxicación.
Intoxicación por Bacillus Cereus
La autopsia reveló necrosis hepática, congestión vascular pulmonar extensa (probablemente relacionada con insuficiencia cardíaca aguda) y necrosis significativa de todas las capas del colon.
"Sin embargo, no fue posible determinar la causa exacta de la muerte porque la interpretación de los resultados fue muy difícil debido a la demora (5 días) de la autopsia", informaron los autores del estudio. El caso de este estudiante de Bruselas ha sido objeto de un estudio científico publicado por el Instituto Nacional Americano de Información Biológica Molecular (NCBI).
Últimas noticias: La bacteria Bacillus cereus (responsable de la intoxicación alimentaria) se encontró en la pasta ... pero no en la salsa de tomate.
Bacillus Cereus
Bacillus cereus es una bacteria patógena que se encuentra en productos ricos en almidón, incluidos los cereales. Estos bacilos causan trastornos del tracto digestivo debido a la ingestión de toxinas o bacterias. El grano puede estar contaminado por polvo, tierra, etc. Sus esporas resistentes les permiten una importante supervivencia. Una temperatura de crecimiento de entre 5 y 37 ° C, un pH óptimo entre 4.5 y 7 y una cierta humedad: estos tres elementos favorecen su desarrollo en los granos.