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¿Qué es la cibercondría?

¿Qué es la cibercondría?

  • 17 de septiembre de 2020

Según un estudio el 85% de los pacientes que se han realizado ellos mismos el diagnóstico de su enfermedad a través de sitios web se equivocan.

Probablemente te haya pasado antes: escribes en un buscador los síntomas para tratar de determinar antes incluso de concertar una cita médica qué enfermedad tienes.

Pero no debes sustituir al médico por una búsqueda en internet. Esto es lo que destaca un estudio realizado por la start-up 360 Medics, una plataforma médica colaborativa para profesionales sanitarios. Realizado con 300 cuidadores, muestra que en lugar de facilitar su atención, los pacientes que se autodiagnostican utilizando Internet corren el riesgo de complicar su relación con su médico.

Internet es una fuente de información poco fiable y provoca ansiedad. De hecho, la encuesta muestra que el 83% de los cuidadores encuestados ya han visto pacientes que han realizado su propio diagnóstico antes de la consulta. Pero pocos son los que han sabido encontrar sin error la patología que padecen. Los datos del estudio muestran que en el 85% de los casos este autodiagnóstico es incorrecto.

"Confunden el síntoma y el diagnóstico. Nos dicen: tengo bronquitis cuando tose, sinusitis por un resfriado, gastroenteritis cuando tienen dolor de estómago".

Porque lo que los pacientes rara vez tienen en cuenta es que un síntoma puede estar relacionado con diversas patologías. Y que las fuentes que conocen no siempre son confiables y ciertamente no pueden reemplazar el ojo experto de un médico. "Pueden ser una buena herramienta como la peor".

La información es a menudo general, angustiosa, a veces errónea. No corresponde a una situación clínica personal. La pericia del médico sigue siendo fundamental.

Esta importancia que asume el autodiagnóstico en el manejo de los pacientes es tanto más perjudicial ya que puede alterar la relación con el médico. Este último ya no es visto como el experto, sino como el médico que se supone debe confirmar el diagnóstico del propio paciente basándose en un análisis de sus síntomas. Hay que explicar a los pacientes que su diagnóstico es inexacto, lo que no es ideal para construir de inmediato una relación de confianza.

Este conocimiento acumulado por los pacientes sobre su enfermedad también puede ser una ventaja: "Tienen menos miedo al médico y se atreven a cuestionarnos. Estamos allí para trabajar juntos".